El descubrimiento, protagonizado por paleontólogos del CONICET con la colaboración de colegas de otros países, es parte de un proyecto investigación multidisciplinarioapo apoyado por National Geographic Society sobre el fin de la era de los dinosaurios en la Patagonia.
Especialistas del CONICET dieron a conocer, en la revista Cladistics, el hallazgo de un nuevo dinosaurio carnívoro que vivió en lo que hoy es la provincia de Chubut hace unos 69 millones de años. La nueva especie fue bautizada como Koleken inakayali.
Esta investigación forma parte del proyecto multidisciplinario “El Fin de la Era de los Dinosaurios en Patagonia”, apoyado por National Geographic Society y en el cual participan más de 70 investigadores y becarios del CONICET junto a colegas de otras instituciones del país y del exterior.
Koleken inakayali pertenece a la familia de dinosaurios carnívoros más importantes de Gondwana, el supercontinente del hemisferio sur que incluía lo que ahora son América del Sur, África, India y Madagascar, Australia y Antártida.
“Se trata de un abelisáurido, una familia popularizada por el dinosaurio más famoso de nuestro continente, el carnívoro con cuernos Carnotaurus”, reveló Diego Pol, investigador del CONICET en el Museo Argentino de Ciencias Naturales “Bernardino Rivadavia” (CONICET, MACNBR) y líder del trabajo de investigación.
La nueva especie de abelisáurido se distingue de otros dinosaurios carnívoros por un conjunto único de características que se encuentran principalmente en el cráneo. La nueva especie muestra varias diferencias con Carnotaurus, incluyendo un tamaño más pequeño y la ausencia de cuernos en el cráneo.
“El nombre Koleken proviene del idioma de los tehuelches y significa que proviene de las arcillas y el agua, haciendo referencia a que los sedimentos en los que se encontraron los restos fósiles eran arcillas depositadas en un estuario hace 69 millones de años. El nombre inakayali rinde homenaje al cacique tehuelche Inakayal”, señaló Pol
“El nuevo dinosaurio está representado por un esqueleto parcial que incluye varios huesos del cráneo, una serie casi completa de huesos de la espalda, una cadera completa, varios huesos de la cola y las piernas casi completas”, agregó el investigador del CONICET.
El hallazgo fue liderado por paleontólogos y personal del Museo Paleontológico Egidio Feruglio, Trelew, en rocas pertenecientes a la formación geológica La Colonia, ubicada en el norte de la Provincia del Chubut. Esta región es sumamente rica en fósiles de todo tipo, y Koleken se convierte en el segundo abelisáurido que habitaba en esta área cerca del fin de la era de los dinosaurios.
“Encontramos una concreción que contenía preservada la mitad trasera del esqueleto del dinosaurio. Seguramente el cuerpo de este animal fue transportado por un río hasta un estuario, donde fue sepultado poco tiempo después de su muerte”, aseguró Pol.
“Además, pudimos hallar restos del cráneo en la parte de la concreción que había sido erosionada, lo que explica por qué los huesos del cráneo están desarticulados, mientras que la parte trasera del esqueleto, que estaba dentro de la concreción, está perfectamente articulada y en posición de vida”, indicó el investigador.
De acuerdo con Pol, el nuevo descubrimiento indica que los dinosaurios carnívoros de la familia de los abelisáuridos eran más diversos de lo que se creía hasta ahora y que, probablemente, más de una especie de carnívoro compartiera el mismo ambiente y ecosistema.
“Es posible que Koleken haya convivido con su pariente cercano el Carnotaurus, del mismo modo que hoy conviven leones y leopardos en la sabana africana o pumas y yaguaretés en la selva misionera. Esto es interesante porque Koleken y Carnotaurus vivieron muy cerca del momento de la extinción final de los dinosaurios, lo que nos está indicando que al menos en los carnívoros había una gran diversidad de especies hasta el momento mismo de la extinción”, señaló el académico.
Con la nueva información proporcionada por Koleken, el equipo de especialistas llevó a cabo un análisis en los abelisáuridos y sus parientes cercanos de qué tan rápido evolucionaron las diferentes partes del esqueleto.
El paleontólogo Fernando Novas, investigador del CONICET en el MACNBR y coautor del trabajo, comentó: “Analizamos las relaciones evolutivas de los abelisáuridos y sus parientes más cercanos, los noasáuridos, y encontramos períodos de tiempo en los que estos grupos cambiaron rápidamente, y otros períodos en los que su evolución se mantuvo casi en pausa”.
“Esto es interesante porque nos llevará en el futuro a explorar que pudo haber influenciado esos aumentos tan marcados en la evolución de estos carnívoros”, agregó Pol.
El descubrimiento de esta nueva especie amplía el conocimiento sobre los dinosaurios de fines del Cretácico. Al respecto, otro autor del trabajo, el paleontólogo Mattia Antonio Baiano, del Museo Municipal Ernesto Bachmann Neuquén, explicó “Koleken refuerza la idea de que varias especies de abelisáuridos coexistían en los mismos hábitats durante ese período”.
“Además, demuestra que los abelisáuridos eran muy diversos en comparación con otros grupos de dinosaurios. Pensamos que estos eran los carnívoros dominantes cuando se produjo la gran extinción que borró a los dinosaurios de nuestro planeta”, completó Baiano.
El equipo de investigación está integrado, además, por David Černý (The University of Chicago), Ignacio Cerda (CONICET-IIPG, UNRN) y Michael Pittman (The Chinese University of Hong Kong).
Fuente: Prensa CONICET
Créditos: Gabriel Díaz Yantén
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