El ejemplar de la especie de Dos Pelos Sudamericano, que apareció a mediados de junio en aguas del Riachuelo a la altura de Avellaneda, había sido hallado con un cuadro de desnutrición moderada, derivado en primera instancia a Fundación Temaikén y, luego, a Fundación Mundo Marino.
Un lobo marino macho juvenil, de la especie de Dos Pelos Sudamericano (Arctocephalus australis), regresó al mar, en las playas de San Clemente, durante la mañana del martes 5 de julio, luego de atravesar un período de rehabilitación de 19 días desde su rescate, el pasado 16 de junio.
El animal fue encontrado en el Riachuelo, a la altura de la localidad de Avellaneda y participaron de su rescate efectivos de la Policía Bonaerense, Prefectura Naval, la ONG proteccionista Cinco Corazones, la Autoridad de la Cuenca Matanza-Riachuelo (ACUMAR) y la Brigada de Protección Ambiental del Ministerio de Ambiente de la Nación.
El lobo marino fue derivado, en primera instancia, por la Brigada de Control Ambiental a la Fundación Temaikén en el Partido de Escobar: “Lo recibimos en nuestro hospital, donde hicimos un chequeo médico veterinario y trabajamos en su hidratación y alimentación, ya que el lobito presentaba un cuadro de debilidad y se encontraba bajo de peso”, explicó Cristian Gillet, responsable de Rescate y Rehabilitación de Fauna de la Fundación Temaikén.
“Tras asistirlo durante seis días y brindarle todo lo necesario para estabilizarlo, se coordinó junto con la Brigada de Control Ambiental su traslado a la Fundación Mundo Marino para que continuara allí su rehabilitación y se prepare para la reinserción en su hábitat natural”, detalló Gillet.
El lobo marino partió hacia la Fundación Mundo Marino el pasado 22 de junio donde completó el proceso de rehabilitación.
“Su caso era de desnutrición moderada. Si bien tenía un cuidado previo que realizaron nuestros colegas de Temaikén, procedimos a completar su estabilización con una fluidoterapia para hidratarlo, terapia térmica para darle confort, y a aislarlo preventivamente. Por suerte, comenzó muy rápido a comer solo”, afirmó Sergio Rodríguez Heredia, biólogo y responsable del centro de Rescate de la Fundación Mundo Marino.
Una vez estabilizado, se procedió a tomarle muestras de sangre y material fecal: “En su análisis de sangre detectamos que tenía un cuadro infeccioso leve por lo que le suministramos un tratamiento con antibióticos. Además lo desparasitamos. La recuperación de su peso normal la fuimos acompañando con complejos vitamínicos y minerales”, explicó Juan Pablo Loureiro, médico veterinario y director técnico de la Fundación Mundo Marino.
Respecto a los motivos por los cuáles estos animales pueden aparecer en cauces de agua dulce Rodríguez Heredia aclaró: “Llama la atención porque aparece en un ámbito fluvial. Es algo que hemos visto en años anteriores”.
“Esto no nos sorprende porque hace unos años atrás, en conjunto con la Universidad Nacional de Mar del Plata, pudimos corroborar a través de transmisores satelitales que estos animalitos juveniles, una vez rehabilitados y reintroducidos, eligen las aguas de la Bahía Samborombón para alimentarse. En esa búsqueda incesante de comida por la bahía pueden introducirse por canales y terminar en ámbitos fluviales”, agregó Rodríguez Heredia.
Fuente y fotos: Prensa Fundación Mundo Marino
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