Esta semana llegaron las cajas de transporte al Ecoparque de Mendoza para comenzar con el entrenamiento de las elefantas asiáticas, previo a su derivación al santuario de Mato Grosso do Sul.
El recinto de Pocha y Guillermina fue modificado para permitir que las cajas queden fuera del recinto para que las elefantas tengan acceso a ellas. De esta forma, su espacio ya pequeño no quedará aún más reducido con las cajas, pero se tornó un poco mayor. Como bonus, desde adentro de las cajas, ellas consiguen mirar hacia el mundo exterior.
Además de entrenar a Pocha y Guillermina en los comportamientos médicamente necesarios para la cuarentena y transporte internacional, las cuidadoras del Santuario de Elefantes Brasil -Karissa y Chrissy- están enseñando a Pocha y Guillermina a permanecer separadas. En un espacio tan pequeño, ellas nunca estuvieron lejos una de otra.
Las cajas vacías pueden ir en el mismo camión. Pero por motivos de seguridad, una vez que las elefantas estén dentro, ellas precisarán estar en camiones separados.
Las cajas pesan mucho por si solas - así como los elefantes, que, como seres vivos, cambian su peso y se mueven durante el traslado. En las paradas, los camiones estacionarán cerca uno del otro. Ellas conseguirán verse, vocalizar y orirse una a la otra a lo largo del camino.
A pesar de los mejores esfuerzos, probablemente aún será un poco estresante para ellas. Al ver, vocalizar y entrar/salir de las cajas por un largo período, Pocha y Guillermina quedarán confortables. Karissa y Chrissy van a acostumbrarlas a ser encerradas en cajas separadas al mismo tiempo. Cuanto más cómodas ellas estén con ese proceso, menos estresadas quedarán durante el traslado.
Por ahora, solo están oliendo y tocando sus cajas, que probablemente huelen a los elefantes rescatados antes.
Fuente y foto: Santuario de Elefantes Brasil
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