La rescataron dos pescadores artesanales que la encontraron atrapada en sus redes de pesca en aguas de la Bahía Samborombón. Decidieron llevarla a la Fundación Mundo Marino para que la asistan y corroboren su estado de salud.
Una tortuga cabezona (Caretta caretta) regresó al mar durante la mañana de este lunes 2 de noviembre luego de ser rescatada por pescadores artesanales que la encontraron enmallada en sus redes de pesca.
Claudio Silva y Richard Marin se encontraban embarcados el pasado miércoles 28 de octubre en aguas de la Bahía Samborombón, a la altura de San Clemente, cuando detectaron que el reptil quedó atrapado en sus redes. Enseguida dieron aviso a la Fundación Mundo Marino del hallazgo del animal y lo trasladaron hasta el Centro de Rescate.
“Hace varios años que venimos trabajando con la comunidad de pescadores artesanales para generar conciencia sobre cómo colaborar en la conservación de estos reptiles marinos, muchos de ellos en diversos estados de vulnerabilidad, según la especie", explicó Karina Álvarez, bióloga y responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino.
"En ese sentido, les explicamos cómo darles los primeros auxilios cuando se enmallan en sus redes”, agregó la bióloga.
Al arribar al centro de rescate, se observó que la tortuga tenía una gran cantidad de algas y organismos marinos invertebrados en su caparazón.
Esto es consecuencia de que se encontraba en un estado de letargo compatible con la “brumación”, un mecanismo habitual en estos reptiles por el cual en vez de migrar hacia zonas más cálidas, hibernan en aguas frías y disminuyen su metabolismo para ahorrar energías.
Al quedarse quietos durante largos períodos de tiempo son colonizadas por distintos tipos de organismos que permanecen adheridos a su escudo.
“Todos esos organismos se extraen porque si permanecen mucho tiempo pueden debilitar el caparazón y terminar generando una infección. Además, mientras la tuvimos en observación, no largó ningún tipo de basura, como si nos sucede en la mayoría de las tortugas vivas que asistimos", sostuvo Álvarez.
"También demostró una buena flotabilidad lo cual, en caso de ingesta de plásticos puede verse afectada, dado que la acumulación de ese contaminante en su interior les genera una gran cantidad de gases que le impiden sumergirse con normalidad”, agregó la responsable de Conservación de la Fundación Mundo Marino.
Antes de darle el alta médico veterinaria, al animal se le extrajeron muestras de sangre, piel y caparazón: “Los parámetros sanguíneos eran normales. Las distintas muestras de tejidos las tomamos para poder analizar la ecología trófica de estas especies y poder conocer cómo es la cadena predatoria de estos reptiles en el Río de la Plata”, aclaró Karina Álvarez.
Acerca de la tortuga Cabezona
La tortuga cabezona es una especie que, según la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), se encuentra “vulnerable”. Respecto a su origen, gran parte de las tortugas que llegan a nuestras latitudes provienen de las playas que se encuentran en el nordeste de Brasil.
Al igual que el resto de las especies de tortugas marinas, las hembras vuelven a desovar a la misma playa de anidación en la cual nacieron. El apareamiento ocurre en el agua cerca de las playas de anidación y se produce cada 3 años.
Se diferencia de las otras especies por tener 5 escudos costales en su caparazón y tener un pico ancho y robusto. Respecto a su dieta es una especie eminentemente carnívora que se alimenta de almejas, ostras, cangrejos, esponjas, medusas, y distintos tipos de peces.
Fuente y fotos: Prensa Fundación Mundo Marino
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