Hasta antes de la pandemia, que impuso el coronavirus, esta actividad generaba más de U$S 180.000 millones de dólares por año y era el tercer negocio ilegal más 'lucrativo' del mundo, después de las armas y las drogas.
En solo dos años, en Argentina se decomisaron ocho mil animales que habían sido víctimas del tráfico ilegal, amenazando la vida y la supervivencia de miles de especies. En parte esto se debe a la acción de los cazadores furtivos que usan trampas, redes y hasta armas de fuego. Muchas veces se sacrifican familias enteras para lograr apoderarse de las crías.
Ya sea aves, reptiles, mamíferos, anfibios, peces y hasta insectos son vendidos para generar "ganancias". Según las estimaciones oficiales, nueve de cada diez animales capturados mueren antes de que puedan ser vendidos.
Lamentablemente, es difícil frenar el tráfico de animales, ya que millones de personas que dicen amarlos continúan comprando mascotas silvestres, lo que permite seguir alimentando un negocio que transpira sangre, sufrimiento y muerte.
Matías Michienzi, Fiscal de la Unidad Fiscal Especializada en Materia Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, comentó en el programa de televisión abierta Ambiente y Medio: "En nuestro país, lamentablemente no hay estadísticas desde hace muchos años".
"Hay una ausencia clara, este es un primer diagnóstico problemático que tenemos que asumir es que en Argentina no hay estadísticas ni incluso políticas estratégicas de persecución para combatir este tipo de crímenes", sostuvo el fiscal de UFEMA.
"Debemos entender que son parte de un crimen organizado, no es solo una persona sino un cúmulo de actores que trabaja en pos de concretar el tráfico de especies. Según un artículo de National Geographic, una especie de cada cinco vertebrados, casi el 18% del total, tiene algún tipo de comercialización", aseguró Michienzi.
Según comentó Michienzi, además de las aves en Argentina se trafican monos, reptiles e incluso y huevos de animales. A esto también se le suma el tráfico de pieles, cueros, marfiles, etc; que también son comercializados y para ello se asesinan a los animales para poder extraer estas partes.
Para combatir este flagelo a la naturaleza, hay organismos no gubernamentales que implementan programas para desbaratar esta actividad ilegal como por ejemplo el Programa Tráfico Ilegal de Fauna Silvestre de la ONG de conservación Aves Argentinas, lanzado en el año 2014.
El Programa busca generar información estratégica, compartirla y lograr sinergias entre actores -organismos de control y fiscalización, ONGs, comunidad, denunciantes- para trabajar en conjunto y así potenciar al máximo el poder de acción de cada uno.
"Trabajamos abordando distintas aristas, ya que el tráfico ilegal de fauna silvestre es un tema muy amplio que aborda diferentes aspectos, y actores. Lo hacemos a través de la educación y la difusión de la problemática, damos charlas en escuelas, eventos, etc", explicó Cecilia Maqueda, coordinadora del Programa Tráfico de Fauna de Aves Argentinas.
Maqueda aseguró que "la idea es llegar a la comunidad para dar a conocer el tema y generar conciencia, ya que es un tema que nos involucra a todos, sobre todo cuando nos referimos a la tenencia de animales silvestres como mascotas".
Entre la tarea del programa se destacan las capacitaciones a los organismos competentes como el Ministerio Público Fiscal de la Ciudad de Buenos Aires, Policía de la Ciudad, la División de Delitos Ambientales de la Policía Federal, Gendarmería en distintas provincias, etc.
"Creemos que es uno de los logros más importantes que alcanzamos, ya que son quienes tienen que hacer cumplir la ley, y generalmente hay desconocimiento del tema", aseguró la coordinadora del Programa de Tráfico de Fauna quienes también colaboran asesorando en allanamientos y decomisos.
Por su parte, Matías Michienzi destacó el trabajo que se realiza desde UFEMA. "En el caso del ministerio público hicimos un convenio con la Fundación AZARA quienes nos permitió utilizar instalaciones que tienen en Tigre para poder rescatar animales que se incautaron y trasladarlos allí a los efectos de ponerlos en cuarentena y hacerles una revisión veterinaria completa, y una vez que están en condiciones de volver a reinsertarse a su hábitat natural".
Una investigación realizada por el veterinario y conservacionista ambiental, Paul Raad, en 2019 como parte de su tesis de grado en la Universidad de la República (Uruguay), analizó el rol de los animales silvestres, los ecosistemas y como su alteración puede repercutir en la salud humana, derivando a la aparición de enfermedades emergentes como el COVID-19.
"Hoy en día la Organización Mundial de la Salud (OMS), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) hacen hincapié en este principio, que no existe diferencia de paradigma entre los animales, los ecosistemas y el hombre y que todos estamos en un equilibrio perfecto", explicó Raad.
"La premisa de la investigación se basa en que todo el Planeta tiene una sola Salud y que estamos todos interconectados, viéndonos afectados si alteramos cualquiera de los componentes de dicho equilibrio", aseguró el veterinario especialista en conservación de fauna silvestre y ambiente.
Pese a las restricciones por la pandemia, se siguieron decomisando animales traficados. Estos efectos tan dramáticos que hoy estamos viviendo, posiblemente sea justamente una de las causas de la extinción de una enorme cantidad de animales producto del tráfico.
Como expresó Maximiliano Krause, Guardaparques del Parque Natural Municipal Ribera Norte de San Isidro en las redes sociales de la reserva: "Si realmente nos gustan tanto y decimos amarlos, en vez de invertir para encerrarlos invirtamos para verlos libres. Jamás se podrá recrear en una casa las condiciones de vida necesarias para que el animal este 100% cómodo como lo estaría en su ambiente".
"Si compramos por lastima, lo que hacemos es financiar un mercado que lo que genera es muerte y sufrimiento. Recordemos que solo sobrevive a la captura y transporte, 1 de cada 10 animales. Es una perdida terrible para un ambiente. Sin demanda no hay tráfico", concluyó Krause.
Informe: Damián Fanelli
Fotos: Facebook Parque Natural Municipal Ribera Norte
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