El cambio climático es una amenaza creciente para la salud de los ríos del mundo, debido a los impactos directos y a que los países recurren cada vez más a la energía hidroeléctrica como una opción de energía renovable. Solo un tercio (37%) de los 246 ríos más largos del mundo siguen fluyendo libres, según un nuevo estudio publicado en la revista científica Nature: “Mapping the World’s Free-Flowing Rivers”.
Las represas y embalses están reduciendo drásticamente los diversos beneficios que los ríos saludables brindan a las personas y a la naturaleza en todo el planeta.
Un equipo de 34 investigadores internacionales de la Universidad McGill, World Wildlife Fund (WWF) y otras instituciones analizaron el estado de conectividad de 12 millones de kilómetros de ríos alrededor del mundo, proporcionando la primera evaluación global sobre la ubicación y la extensión de los ríos que fluyen libremente en el planeta.
Entre otros hallazgos, los investigadores determinaron que sólo 21 de los 91 ríos del mundo con más de mil kilómetros de longitud y que originalmente fluían al mar aún conservan una conexión directa desde el nacimiento hasta su desembocadura al mar.
Los ríos que fluyen libremente y que aún quedan en el planeta se limitan en gran medida a remotas regiones del Ártico, la cuenca del Amazonas y la cuenca del Congo, en la Argentina el Río Santa Cruz es el último río glaciario de la Patagonia que corre libre desde la cordillera hasta el mar, hoy amenazado por el proyecto de construcción de las represas Condor Cliff - La Barrancosa.
"Los ríos del mundo conforman una intrincada red con enlaces vitales a la tierra, el agua subterránea y la atmósfera", indicó el autor principal, Günther Grill, del Departamento de Geografía de McGill. "Los ríos que fluyen libremente son importantes tanto para los seres humanos como para el ambiente, pero el desarrollo económico alrededor del mundo los está reduciendo. Nuestro estudio utiliza imágenes satelitales y otros datos para examinar la extensión de estos ríos con mayor detalle que nunca".
Las represas y embalses son los principales contribuyentes a la pérdida de conectividad de los ríos. El estudio estima que existen alrededor de 60,000 grandes represas a nivel mundial y más de 3,700 represas hidroeléctricas están actualmente planificadas o en construcción. Generalmente se planifican y construyen a nivel de proyectos individuales, por lo que es difícil evaluar el impacto real en toda una cuenca o región.
"En la Argentina el destino del último río libre de la Patagonia que corre desde la Cordillera hasta el océano, el río Santa Cruz, se encuentra amenazado. Las dos represas que están en construcción y podrían modificar los niveles del Lago Argentino, intensificando las consecuencias negativas para los residentes del lugar y amenazando a los mismos glaciares, no sólo al Perito Moreno sino al resto de los que protege el Parque Nacional Los Glaciares, -el segundo más visitado de la Argentina después del después del Parque Nacional Iguazú- recibiendo alrededor de un millón de turistas cada año, con alto impacto en la economía regional, Es por ello que desde hace mucho tiempo formamos la Coalición "Río Santa Cruz Sin Represas", junto con Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Aves Argentinas, Banco de Bosques, y otras ONGs i trabajamos en conjunto con otras ONGs como Aves Argentinas, FARN, Banco de Bosques y muchas más pidiendo que se revise este proyecto y se suspenda la construcción de las represas y se mantenga al Río Santa Cruz como un río libre", señala Manuel Jaramillo, Director General de Fundación VIda Silvestre Argentina, la organización asociada a WWF en nuestro país.
"Los ríos son parte vital de nuestro planeta", dijo Michele Thieme, científica de agua dulce y líder de la iniciativa ríos que fluyen libremente de WWF. “Los ríos proporcionan una gran variedad de beneficios, que son a menudo subestimados y pasados por alto. Este mapa, primero en su tipo, sobre los ríos que siguen fluyendo libremente en el mundo ayudara en la toma de decisiones para priorizar y proteger el valor que dan los ríos a la gente y a la naturaleza”.
Los ríos saludables mantienen poblaciones de peces de agua dulce que mejoran la seguridad alimentaria de cientos de millones de personas, acarrean sedimentos que mantienen las deltas por encima del creciente aumento del nivel del mar, mitigan el impacto de las inundaciones y sequías extremas, evitan la pérdida de la infraestructura y de los campos agrícolas a causa de la erosión, y mantienen una gran biodiversidad. La interrupción de la conectividad de los ríos a menudo disminuye o incluso elimina estos servicios ecosistémicos fundamentales.
La protección de los ríos que fluyen libres también es vital para salvar la biodiversidad de los sistemas de agua dulce. Reciente análisis de 16,704 poblaciones de vida silvestre a nivel mundial demostraron que las poblaciones de especies de agua dulce experimentaron la mayor disminución entre todos los vertebrados en los últimos cincuenta años, decayendo en promedio 83% desde 1970.
El estudio también señala que el cambio climático amenazará aún más la salud de los ríos en todo el mundo. Las crecientes temperaturas ya están afectando los patrones de flujo, la calidad del agua y la biodiversidad. Mientras tanto, a medida que los países transitan a economías con bajas emisiones de carbono, se acelera la planificación y el desarrollo de energía hidroeléctrica, lo que aumenta la necesidad de impulsar sistemas de energía que reduzcan el impacto ambiental y social en general.
"La energía renovable es como una receta donde tienes que encontrar la combinación correcta de ingredientes para tener una red de energía sostenible y un planeta que pueda prosperar", añadió Thieme. "Si bien la energía hidroeléctrica desempeña un papel en el campo de las energías renovables, las energías eólica y solar bien planeadas pueden ser mejores opciones para los ríos, las comunidades, las ciudades y la biodiversidad que dependen de ellos".
"Cuando planteamos la suspensión del proyecto de las represas en el Río Santa Cruz, lo que hacemos es oponernos a un mal negocio desde lo técnico, ambiental, económico y social y buscar que nuestro último gran río libre pueda seguir así. Desde la coalición "Río Santa Cruz Sin Represas" buscamos un verdadero cambio de paradigma en materia de producción y consumo de la energía, para que los recursos estatales cumplan con los compromisos de promoción de energías renovables y políticas de eficiencia energética. Exigimos el impulso de una política de eficiencia energética que promueva el uso eficiente de la misma y que permita contribuir a la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero, a proteger nuestros recursos renovables, a favorecer que los servicios energéticos se brinden a un menor costo y, de esta manera, también a cuidar la economía", destaca Jaramillo.
La comunidad internacional tiene el compromiso de proteger y restaurar los ríos de acuerdo con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, lo cual requiere que los países realicen un seguimiento de la extensión y condición de los ecosistemas relacionados con el agua. Este estudio presenta los métodos y datos necesarios para que los países mantengan y restauren los ríos que fluyen libremente alrededor del mundo.
Fuente: Prensa Fundación Vida Silvestre
Fotos: Archivo Pixabay.com
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