En el pasado mes de febrero, una ballena jorobada fue hallada sin vida en un manglar del estado de Pará, en Brasil. A raíz de algunas especulaciones e incógnitas acerca de este hallazgo, el Instituto Bicho D'água ayudó a esclarecer cómo la ballena apareció en ese lugar.
Existen ballenas jorobadas en el Atlántico Norte y el Atlántico Sur. La población de ballenas jorobadas (Megaptera novaeangliae) del Atlántico Sur realiza un movimiento migratorio de áreas de alimentación (en la Antártida) hacia áreas de reproducción (como el Banco de Abrolhos, en Bahía, Brasil). Durante el verano antártico, estos gigantes del mar se trasladan hacia áreas polares a alimentarse y en el inicio del invierno migran hacia aguas tropicales y subtropicales para reproducirse y dar a luz a los ballenatos. Por lo tanto, en el período en que estamos (verano en esta parte del hemisferio sur), un espécimen del Atlántico Sur no debería estar en aguas tropicales. Entonces ¿cómo fue que apareció en Brasil?
Según la explicación del Instituto Bicho D'água, esa ballena encontrada tenía 8 metros de longitud, no era un animal adulto. El ejemplar es considerado un ballenato recién emancipado de la madre, o como en el término en inglés 'yearling'. "Hay registros de yearlings que quedaron en la costa brasileña de un año para otro, pero no en la costa norte. Las ballenas jorobadas frecuentan la costa norte, preferentemente en aguas más profundas y, por lo tanto, bastante distante de la costa, ya que la plataforma continental de la costa norte y muy larga (hasta unos 200 km). Pero, una ballena herida, desorientada o un ballenato recién emancipado que aún no aprendió como orientarse puede acabar dirigiéndose hacia áreas poco profundas como en este caso", expresa una publicación de fanpage del proyecto de conservación de mamíferos acuáticos del estado de Pará.
Pero el misterio no está totalmente develado, "no sabemos aún si ese ballenato realmente pertenece a la población del Atlántico Sur o si se habría dispersado de la población del Atlántico Norte", admite el comunicado.
"Los estudios moleculares a partir de las muestras de tejido que colectamos deberán ayudarnos a esclarecer esta cuestión", concluye el texto del Instituto Bicho D'água.
Por el momento, el misterio aún no pudo ser resuelto...
Texto: Damián Fanelli
Fuente y fotos: Fanpage Instituto Bicho D'água
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