La contaminación radioactiva de la central nuclear de Fukushima Daiichi en Japón, afectada por un tsunami en 2011, se desplazó hacia el norte hasta las aguas de una remota isla de Alaska en el estrecho de Bering, dijeron el miércoles científicos.
El análisis del agua de mar recolectada el año pasado cerca de la isla St. Lawrence reveló una leve elevación en los niveles de cesio-137 radiactivo atribuible al desastre de Fukushima, dijo el programa de la Fairbanks Sea Grant de la Universidad de Alaska.
"Este es el extremo norte de la pluma", dijo Gay Sheffield, un agente asesor marítimo de Sea Grant con sede en la ciudad de Nome, Alaska, en el mar de Bering.
La nueva radiación de Fukushima detectada fue diminuta. El nivel de cesio-137, un subproducto de la fusión nuclear, en el agua de mar era solo cuatro décimas tan alto como los rastros del isótopo que se encuentra naturalmente en el Océano Pacífico.
Estos niveles son demasiado bajos para plantear un problema de salud, un punto importante para las personas que viven en la costa del mar de Bering que subsisten con alimentos capturados en el océano, dijo Sheffield.
Los niveles de cesio 137, unas 3.000 veces más altos que los que se encuentran en el Mar de Bering se consideran seguros para el consumo humano según los estándares de agua potable de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, dijeron los funcionarios.
Un terremoto y tsunami de 9,0 grados de magnitud en marzo de 2011 provocó un colapso en tres de los seis reactores de la planta de Fukushima Daiichi, arrojando radiación al aire, el suelo y el océano, y obligando a 160 mil residentes a huir.
Fue el peor desastre nuclear del mundo desde Chernobyl, 25 años atras.
Estudio a largo plazo
Los resultados reportados el miércoles provinieron de un programa de pruebas a largo plazo pero a pequeña escala.
Eddie Ungott, residente de la aldea de Gambell, en el extremo noroeste de la isla St. Lawrence, tomó muestras del agua durante varios años. La isla, aunque forma parte del estado de Alaska, está físicamente más cerca de Rusia que de la parte continental de Alaska, y los residentes son en su mayoría Yupik siberiano con familiares en Rusia.
Se encontraron radionúclidos ligados a Fukushima tan lejos como las aguas del Pacífico frente a la costa oeste de los Estados Unidos, la Columbia Británica y el Golfo de Alaska.
Hasta que la muestra más reciente de la isla St. Lawrence fue probada por el Instituto Oceanográfico Woods Hole, el único otro signo conocido de la radiación de Fukushima en el Mar de Bering fue detectado en 2014 por la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica.
Los científicos de la NOAA encontraron pequeñas cantidades de radionúclidos ligados a Fukushima en el tejido muscular de los lobos marinos en la isla St. Paul de Alaska, en el sur del Mar de Bering. No había pruebas del agua allí, dijo Sheffield.
La gente de la isla St. Lawrence, que vive bien al norte de la Isla St. Paul, había esperado que los radionucleidos de Fukushima llegaran eventualmente, dijo.
"Ellos anticiparon plenamente que sucedería. No sabían cuándo", dijo Ungott. "La forma en que funcionan las corrientes trae el agua desde el sur".
Texto: Damián Fanelli
Fuente y foto: Agencia Reuters
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